Entrevista

Hace algún tiempo hemos entrevistado al señor Álvaro Javier Machado, en La dulcinea de Palermo, justamente cuando la empresa cumplía 25 años, nos habló de Tacuarembó, de los vinos uruguayos, de su infancia, del tango, de Gardel y por sobre todas las cosas, de cómo se vive  la Uruguayidad de ARGENTINA, en Avenida Santa Fé 4130 cada uno de  los partidos del mundial del fútbol.

Oh Dulcinea, tus paredes revisten colores, fotos,manteles y latidos que evocan la cultura uruguaya. Dulcinea es síntesis celeste, como el cielo, como el amor que palpita en cada botija, y como late con entusiasmo el corazón de cada oriental, recien  llegadito a Buenos Aires.

Mientras estábamos en la entrevista, Machado se transformaba en el vuelo de sus sueños, en un embajador eventual del turismo hacia rioplatense. Argentina y Uruguay son uno solo en muchas cosas, especialmente si hablamos con Machado. Nos repetía con notable afirmación: "Gardel es uruguayo, nació  en Tacuarembó, pero, ¿que mas dá?, si amaba a la Argentina, como a su propia Tierra,o... es el único amor que compartimos?"

Le hicimos un pregunta sobre el servicio: ¿si tuvieras vino y cerveza uruguaya venderías más?
La respuesta no se hizo esperar, con el viceral movimiento afirmativo de su cabeza. "Tengo pensado durante 2011 adicionar una pequeña bodega oriental, realizando un inversión mayor y asumiendo el riesgo de que algunos comensales le desagrade, optando entonces por  los vinos locales."

Finalmente le preguntamos cuales eran los planes para el futuro para La Dulcinea de Palermo, a lo que nos contestó: "Ya he agregado la explotación del quiosco, con golosinas y cigarrillos, la reparación de los teléfonos celulares, la representación profesional de aquellos compatriotas que desmbarcan una pequeña inversión en búsqueda de su propia parrilla y almacén oriental.

En lo que sigue en 2011, ampliaré el servicio en cocina kosher, naturista, natural china, celíaca, pastelería para diabéticos, carta braille, y por supuesto: la bodega de cerveza y vino uruguayo."